Martes, 12 de Noviembre de 2024
Aznar muestra “gratitud, orgullo y timidez” al recibir el Premio ‘Sabina Silense’
El expresidente del Gobierno José María Aznar mostró hoy en Santo Domingo de Silos (Burgos) su “gratitud, orgullo y timidez” al recibir el Premio ‘Sabina Silense’, con el que la Fundación Silos inaugura este reconocimiento a aquellas personas que han contribuido a la promoción de los valores espirituales, culturales y artísticos vinculados al monasterio y a su comunidad religiosa, así como a la promoción de este municipio burgalés.
La Sala Abad Clemente de su sede, el Convento de San Francisco, fue testigo de la entrega de este galardón por parte del presidente de la Fundación Silos, Antonio Méndez Pozo. Se trata de una estatuilla de bronce, diseñada por el artista burgalés Cristino Díez, que representa al árbol característico de la zona, la sabina, enclavada en el Parque Natural de Sabinares del Arlanza-La Yecla.
Con este homenaje, la Fundación Silos destacó su compromiso con la abadía benedictina de Santo Domingo de Silos durante casi cuatro décadas y su relevancia en la creación y el desarrollo de la propia Fundación, desde la constitución de la entidad en el año 2002. Esta trayectoria consideraron que le ha hecho merecedor del premio, un símbolo de gratitud de la Fundación y sus patronos por su compromiso duradero con la preservación y difusión de la rica herencia cultural de la zona.
En este marco, Aznar -quien acudió acompañado de su esposa Ana Botella- destacó que una vez más llega a este monasterio “colmado de alegría” y que este “honor” que recibe gracias a “la benevolencia” de la institución, dijo, “me incita a compartir con vosotros durante unos minutos sentimientos que he preferido mantener en reserva íntima, porque si corresponden convivencias, lecturas y reflexiones que albergadas por estos muros han contribuido a hacer de mí quien soy”.
Así, manifestó que ser distinguido por la Fundación Silos con el Premio ‘Sabina Silense’ “me pone en un compromiso, que es aflorar parte de lo que Unamuno llamaba el tuétano de los huesos del alma”. “Vuestra generosidad me obliga a compartir algo de lo que Silos significa para mí”, expresó, y se refirió a “impresiones” y “sensaciones” que fue desgranando, así como los principales momentos históricos del Monasterio de Silos, y su vinculación con el mismo.
“Antes y después he visitado Silos, el monasterio, el municipio y su comarca, obedeciendo a una vocación sin contrapartida penosa, porque gratifica edificando, o si queréis, edifica gratificando. Para el que aquí vuelve la recompensa es siempre inmediata. Hay algo ascensional en este ambiente, hay algo que sugiere eminencia. Lo siento cada vez que regreso y lo siento desde la primera vez que os visité”, declaró Aznar.
Durante su discurso, el expresidente del Gobierno realizó un recorrido por la historia de la provincia burgalesa en el que destacó el Monasterio de Santo Domingo de Silos como “el enclave benedictino más importante de España, refugio desde 1880 de aquellos monjes franceses que restauraron y dieron nuevo lustre, convirtiéndola por fin en casa española, a la antigua fundación monástica, restaurada primeramente por Santo Domingo, su abad desde 1041 hasta que murió aquí en 1073”.
Asimismo, hizo varias alusiones al famoso gigantesco ciprés, a quien el poeta Gerardo Diego en el verano de 1924, “estampó en el albo de autógrafos del monasterio 14 versos que han asociado para siempre el ciprés de Silos a la poesía española”. Casi 20 años más tarde, en el verano de 1943, recordó que Gerardo Diego escribió otro poema ‘Castilla milenaria’, con ocasión de los fastos del milenario de Castilla.
“El neologismo da que pensar, y a mí me sugiere personalmente una analogía. Como el ciprés vegetal trascendido en mito literario, el primitivo condado castellano fue semilla trascendida para que fructificase España. Y en este pensamiento siempre me he sentido acompañado por la autoridad de otras plumas confluentes con la de Gerardo Diego, con distinta perspectiva, pero todas escribiendo el dictado del mismo espíritu, que allí donde sopla infunde idénticas conclusiones”, manifestó.
Aznar también citó a Julián Marías, quien -según expuso- “en 1974 acuñó la expresión Castilla se hizo España”. “Castilla se dedicó no a hacer España sino a hacerse España a fundir sus peculiaridades inyectándolas en el conjunto nacional al que sacrificó todo. O si queréis a morir en su particularidad para resucitar transformada en alma de España. Tal como nuestro Ciprés mediante la alquimia del verso muda su condición vegetal por la del mito poético”, relató.
Finalmente, el expresidente del Gobierno reconoció haberse “esforzado” por ofrecer a los asistentes “algún testimonio sincero de lo mucho que debe mi pensamiento a este lugar”. “Habréis notado que en mi confesión domina una nota llamémosle pública de lo que debo a Silos. Lo que me enseñó y sigue enseñando como español como miembro de un resultado histórico colectivo nacional. Lo que debo a Silos como persona en el plano espiritual desde lo que los místicos llaman el hondón del alma es algo que reservo para mí”.
“Permitidme ese último pudor que al fin y al cabo no es más que un rasgo castellano. Pero estad seguros de que en ese fondo personal existe una gratitud inextinguible por el inmenso honor que hoy me habéis hecho y que no me queda más sino que procurar merecerlo desde este mismo lugar”, concluyó.