BURGOS - CULTURA
Lunes, 14 de Julio de 2025

El Portalón de Cueva Mayor de Atapuerca (Burgos) ahonda en los orígenes del Neolítico en la Meseta

ICAL - El yacimiento documenta algunos de los registros de esta época más antiguos del interior peninsular y sorprende en esta campaña con una inusual abundancia de restos de caballo salvaje

El Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) centra este verano sus excavaciones en el yacimiento de El Portalón de Cueva Mayor, uno de los enclaves clave para entender la prehistoria reciente en la sierra de Atapuerca, en dos niveles que abarcan desde los primeros agricultores y ganaderos que habitaron el interior peninsular hasta momentos avanzados de la Edad del Bronce. Así lo explicó hoy José Miguel Carretero, uno de los codirectores del Proyecto Atapuerca, durante la visita de los medios a los yacimientos burgaleses.

Según detalló, el nivel más profundo del sondeo actual pertenece a un Neolítico muy antiguo, con una cronología estimada entre los 7.200 y los 7.500 años antes del presente. “Es uno de los registros más antiguos del interior peninsular, donde el proceso de neolitización fue más tardío que en las zonas costeras”, indicó Carretero. Por encima de este estrato, el equipo trabaja en niveles que corresponden a la Edad del Bronce, con unos 3.300 años de antigüedad.

El uso de la cavidad en estas fases fue eminentemente práctico: los grupos humanos se asentaban allí con su ganado, especialmente cabras y ovejas, y aprovechaban su entorno también para la caza. Precisamente en esta campaña, los investigadores documentan una notable presencia de restos de caballo, en su mayoría dientes, costillas y fragmentos craneales, que, de momento, no tiene una explicación clara. “En principio se trata de caballos salvajes, porque en esta época no estaban domesticados aquí. Nos sorprende esta abundancia, sobre todo si lo comparamos con la Cueva del Mirador, que está muy cerca y no presenta esta concentración”, subrayó Carretero.

Junto a los restos de fauna, los arqueólogos están recuperando numerosos fragmentos cerámicos. La cerámica hallada en los niveles más antiguos es más simple y menos decorada, mientras que en los estratos más recientes se observa una mayor sofisticación en las piezas, reflejo de la evolución cultural a lo largo del tiempo.

El equipo que excava El Portalón está formado por unas 20 personas, en su mayoría de la Universidad de Burgos, con colaboración de otros centros y programas de posgrado. El trabajo se completa con el lavado de sedimentos en el río cercano, donde se está recuperando microfauna que permitirá estudiar aspectos ecológicos y la convivencia de los humanos con pequeños mamíferos, como roedores.

El objetivo de esta campaña es ampliar el área excavada, conectar mejor los distintos niveles y seguir completando una secuencia cronológica que documenta miles de años de ocupación humana.