BURGOS - CULTURA
Jueves, 28 de Noviembre de 2024

Premiada una graduada de la UBU por su estudio sobre los documentos del siglo XII y XIII de los archivos de las catedrales de Burgos y Palencia

ICAL - El II Premio Vicenta Cortés Alonso reconoce trabajos relacionados con la archivística

La graduada en Historia y Patrimonio por la Universidad de Burgos, María Belén González, fue galardonada con el II Premio Vicenta Cortés Alonso 2024, que reconoce los trabajos relacionados con cualquier aspecto de la disciplina archivística y los archivos, según informaron hoy fuentes de la Universidad de Burgos (UBU).

Este galardón es convocado cada dos años por la Asociación de Amigos del Archivo Histórico Nacional (AAAHN), la Federación Española de Asociaciones de Archiveros, Bibliotecarios, Arqueólogos, Museólogos y Documentalistas (ANABAD), Archiveros Españoles en la Función Pública (AEFP), y el Archivo General de la UNED.

En esta ocasión, el jurado ha valorado la importancia del trabajo para el conocimiento de la historia de la producción documental pública o Ars Dictandi. El premio, según indicaron, conlleva la publicación de la obra, en formato libreo impreso, en la editorial UNED y una dotación económica de 1.000 euros.

El trabajo premiado ‘Los signos de validación en los privilegios de Alfonso VIII en el Archivo Histórico de la Catedral de Burgos (1159-1204) y en el Archivo Histórico de la Catedral de Palencia (1162-1208)’, está basado en el TFG defendido por la alumna y tutorizado por la profesora Sonia Serna Serna.

La investigación se enfoca en los orígenes del privilegio rodado, el documento más solemne de los emitidos por la cancillería real castellana, que acreditaba la donación o concesión real a una persona o institución, y destacaba por su detalle ornamental, que era el signo de validación en forma de rueda.

El trabajo explora su significado y evolución dentro del contexto histórico y político del reinado de Alfonso VIII y aborda de forma detallada el análisis de las ruedas de estos privilegios del monarca castellano a través de una selección representativa de documentos, centrándose en dos sedes catedralicias claves para la biografía documental del rey: la Catedral de Burgos y la Catedral de Palencia.

“Esta aproximación ha permitido no solo desentrañar la función y simbolismo de estos documentos, sino también entender mejor el desarrollo de la cancillería castellana en un periodo clave para la consolidación del poder monárquico y la formalización de sus expresiones documentales”, precisaron.

La Catedral de Burgos, reflejo de la estrecha conexión del monarca con la ciudad, y la Catedral de Palencia, como sede de los notarios próximos al rey que desempeñarían un papel crucial en su cancillería, albergan en sus archivos una notable colección con un total de 50 diplomas originales. Estos documentos no solo proporcionan “un valioso testimonio del ejercicio del poder real”, sino que también muestran la evolución estética y funcional de los signos rodados durante el reinado de Alfonso VIII, aspecto que es tratado “con profundidad” en el trabajo premiado.