VALLADOLID - CULTURA
Jueves, 22 de Mayo de 2025

Carnero asegura que la suspensión del espectáculo del TAC en La Antigua es un acto de “prudencia”

ICAL - El regidor confirma que el festival contaba con un informe jurídico que argumenta que no son necesarios permisos de Patrimonio

El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, aseguró esta tarde que la suspensión del espectáculo ‘Quasimodo y Esmeralda’, de la compañía francesa Lézards Bleus, y que estaba previsto que se representase en un segundo pase en La Antigua hoy, dentro de la programación del TAC, ha sido un acto de “prudencia”, a la vez que ha confirmado que la Fundación Municipal de Cultura cuenta con un informe jurídico en el que se argumenta que no son necesarios permisos de Patrimonio para su celebración.

El regidor explicó en declaraciones recogidas por Ical que el espectáculo se celebró ayer pero que esta mañana, ante la polémica suscitada en medios de comunicación y en redes sociales, y ante las “dudas y la incertidumbre generada", han decidido suspenderlo “por un criterio de prudencia, no sea que sea necesaria una autorización”, si bien consideran que "no es así”.

El alcalde, además de reconocer que no han recibido ninguna indicación desde la Consejería de Cultura de la Junta, recalcó que para el Consistorio el patrimonio de la ciudad es “sagrado" ,como han “demostrado” con su actuación tras el desplome de la cúpula de la Vera Cruz. "Si hay algo que le interesa al Ayuntamiento de Valladolid y a este equipo de Gobierno es preservar el patrimonio”, sentenció.

A su vez, manifestó que el espectáculo también tenía el visto bueno del Arzobispado, dado que desde el Ayuntamiento se le trasladó la existencia del informe jurídico que avalaba que no era necesario un permiso de Patrimonio.

Carnero también explicó que en el informe jurídico se argumenta que no se requiere ningún permiso especial, dado no se utilizan anclajes de manera permanente. Además, recordó que este mismo espectáculo ha tenido entre sus escenarios al Palacio de los Papas, en Aviñón; el Parque Güell, de Barcelona, o el Palacio Reale de Turín, todos ellos catalogados como Patrimonio Mundial de la Unesco. 

“Nosotros con ese informe entendíamos que podíamos actuar, dado que no se produce ninguna actuación sobre el bien patrimonial que tenga un punto de no retorno, sino que es una actuación que esta compañía lleva haciendo muchísimos años a lo largo de muchos lugares importantes en el mundo”, sentenció.