Leticia Pérez /ICAL - Directores que participan en Castilla y León en Corto en la 70 edición de Seminci: de izquierda a derecha, Carla Álvarez, directora de ‘Bajo el sol de España’; Clara Santaolaya, productora de 'Darshan'; Isa Sáez Pérez, directora de ‘La raíz; Dacio de las Heras, director de ‘15 días con 15 años’; y Sara Martínez Sanz, codirectora de 'Metta'
VALLADOLID - CULTURA
Domingo, 26 de Octubre de 2025

70 Seminci- Memoria, pertenencia y raíces, en corto

César Combarros - El talento de nuevos profesionales de la Comunidad se cita, un año más, en la sesión Castilla y León en Corto, que se proyecta en la tarde de hoy domingo en la sala 5 de los Cines Broadway, a partir de las 19.30 horas

La Semana Internacional de Cine de Valladolid reserva, una edición más, una sesión especial para reunir los mejores cortometrajes rodados en la Comunidad o por profesionales de esta tierra. Castilla y León en Corto se proyectará en la tarde de hoy domingo, 26 de octubre, a partir de las 19.30 horas en la sala 5 de los Cines Broadway, con una selección de cinco trabajos que proponen al espectador reflexionar sobre cuestiones como la memoria, el sentido de pertenencia o las raíces y referentes.

Las películas que este año conforman este apartado del festival son ‘15 días con 15 años’, del burgalés Dacio de las Heras; ‘Bajo el sol de España’, de la leonesa Carla Alvarez; ‘Darshan’, del madrileño Alberto Allica, con producción a cargo de la vallisoletana Clara Santaolaya; ‘La raíz’, de la burgalesa Isa Sáez Pérez; y ‘Metta’, codirigido por la vallisoletana Sara Martínez Sanz y Rocío Pérez.

En ‘15 días con 15 años’, Dacio de las Heras recupera y ordena imágenes documentales grabadas con su teléfono móvil durante quince días que compartió en Holanda con un grupo de amigos, mientras en plena adolescencia ya alimentaba su pasión por el ‘parkour’. Se trata, según explica, de “una colección de momentos” cuya narrativa y coherencia ha encontrado “en la sala de montaje, donde las emociones son reveladas”. “No solo sus insólitas acciones me interesan, sino también su introspección, sus inseguridades y contradicciones que laten debajo de tanto ruido y movimiento. (…) Sobre estos pilares construyo este proyecto, un retrato a dos caras de nuestra amistad y voluntad para seguir siendo niños, a veces escondido debajo de cuerpos musculados y actitudes agresivas”.

La también burgalesa Isa Sáez Pérez, afincada ella en Navarra, participa con ‘La raíz’, un film que es fruto del taller ‘Memorias Sinvergüenzas’, promovido por la Filmoteca Vasca y la Elías Querejeta Zine Eskola, que impartió Alejo Duclós en Tabakalera, con  Tamara Lucarini como tutora en su caso. “Nos brindaron material de archivo cedido por particulares que habían dejado su metraje familiar a recaudo de la Filmoteca Vasca, y el objetivo era, en dos semanas, crear una pieza audiovisual donde se trabajase la memoria LGTBIQ+”, explica a Ical. 

Ella decidió llevar el tema a Burgos, su tierra natal, para “hablar de la memoria colectiva y de la ausencia de referentes en esas cuestiones. Esas microhistorias, aunque no son las del Cid Campeador, sí construyen, de alguna manera, una identidad”. 

Por Valladolid pasan las raíces de otras dos de las películas que se proyectarán. Una será ‘Metta’, dirigida por la pucelana Sara Martínez Sanz junto a Rocío Pérez. En ella relatan una historia de amor a tres bandas, entre Elira, Chiara y Diego, tres jóvenes ya entrelazados en el pasado, que representan diferentes perspectivas sobre el compromiso, la intimidad y las relaciones de pareja. Por su parte, ‘Darshan’, del madrileño Alberto Allica, cuenta con producción a cargo de la vallisoletana Clara Santaolaya, habitual de la sección y del festival donde, sin ir más lejos, el pasado año intervino en los largometrajes ‘Lo carga el diablo’ y ‘The Human Hibernation’, y hace dos estrenó también en Castilla y León en Corto como directora ‘Alegre y olé’.

Según relata a Ical, el germen de ‘Darshan’ surgió de una conversación entre Alberto, el director, y Hitesh, el coguionista y su mejor amigo; en ella, Hitesh le describió el momento en que vio a Dios con apenas doce años. “Como productora, me atrajo la capacidad para dibujar un mundo mágico debajo de la fachada de la realidad”, explica antes de señalar que el corto “narra la historia de un joven atrapado entre dos universos en un momento en que lidia por encontrar un equilibrio entre ambos. Pero lo interesante del punto de vista es que no pretende elegir entre ellos, sino reinterpretarlos en sus propios términos y crear un denominador común”. 

Por último, también concurre a este apartado la leonesa Carla Alvarez, oriunda de León pero criada en Cataluña, que con ‘Bajo el sol de España’ explora “con humor” cómo al tener un sentido de pertenencia a “dos mundos completamente distintos”, “esa dualidad afecta la identidad, las relaciones y la forma de ver el lugar en el que uno vive, de donde viene, o a donde pertenece”. “A través de la comedia, me interesaba romper ciertos clichés sobre lo que significa ser ‘de aquí’ o ‘de fuera’, y mostrar cómo la mezcla puede ser tan absurda como enriquecedora. En el fondo, ‘Bajo el sol de España’ es una carta de amor irónica y luminosa a los lugares y a las personas y a todas las contradicciones que lo hacen todo tan peculiar, como las familias o como la vida misma”, resume.

Algo está cambiando

Aunque tanto Carla Alvarez, como Isa Sáez y Clara Santaolaya residen fuera de la Comunidad, las tres coinciden en señalar que, desde la distancia son conscientes de que algo está cambiando en el audiovisual de Castilla y León en los últimos tiempos. Así, desde Madrid, donde reside, Santaolaya subraya que estamos en una autonomía con “un talento creativo y técnico increíble”, y que “es una región en la que el cine y la cultura se inculcan desde siempre”.

“Creo que poseemos los mimbres necesarios para convertirnos en una zona relevante dentro de la industria nacional, tanto por la calidad de sus técnicos, como por lo variado de sus localizaciones, su ubicación privilegiada y su accesibilidad en cuanto a transportes e infraestructuras. Sin embargo, todavía hay mucho que avanzar para incentivar esa industria desde las instituciones públicas y las organizaciones privadas, para conseguir atraer rodajes a la zona y, sobre todo, para que el talento no se vea obligado a emigrar a otras regiones para crecer en su profesión”, esgrime. Al respecto, acuerda que “esto está cambiando gracias al activismo, la consciencia y la organización de los cineastas del territorio tanto de forma individual, como colectiva, a través de asociaciones como la Plataforma Audiovisual de Castilla y León y la delegación de CIMA de Castilla y León”.

Por su parte, Isa Sáez Pérez apunta que aunque no prosperó su intento hace unos años de reinstalarse en su Burgos natal dedicándose a este sector, “en los últimos años” sí que ha habido podido ver que “el tejido audiovisual está creciendo, que está habiendo como mayor cantidad de creadores y creadoras que también vuelven y que parece que empieza a tener como otro cuerpo, sobre todo en el mundo del cortometraje y del videoarte y demás”.

“He visto cosas que me han dado envidia y que aumentan la llamada para volver, pero creo que falta, por un lado, apoyo institucional y tejido empresarial”. Como ejemplo, señala que intentó sacar adelante en Burgos, en su pueblo natal, un corto que ahora mismo está filmando en Navarra, ya que la productora que está detrás encontró “demasiado complicado” mover hasta allí a todo el equipo. “Es verdad que hay muchas facilidades en cuanto a localizaciones, pero resulta más difícil a la hora de encontrar profesionales o alquiler de equipos”, lamenta.

Y desde Cataluña, Carla Alvarez considera que, “sin una educación en cine sólida y consolidada o reconocida en la Comunidad, es difícil que las personas a las que les interese el sector se queden para formarse y no se vayan a ciudades como Madrid o Barcelona, o prefieran tratar de hacerse un hueco en una industria quizás que no hace ‘tanto ruido’ o con menos oportunidades”. “Desde Cataluña veo que hay talento porque he convivido con él, he tenido compañeras y compañeros alrededor durante mis años de formación en la Escac, con una gran necesidad de contar y hablar de sus tierras, enseñar sus paisajes y hablar de su cultura. Siento que pueda faltar apoyo para que los proyectos se desarrollen desde dentro y que por ello muchos tienen que salir para poder crecer o mostrar su trabajo. Creo que con más formación y espacios donde los creadores pudieran conectar desde allí sin tener que irse fuera y aprender de otros se potenciaría el talento en la Comunidad”, afirma.

Ilusión por jugar “en casa”

Sobre su participación en Seminci, las tres señalan que sienten que el certamen vallisoletano “es casa”. Sáez y Alvarez recalcan la “especial ilusión” que les hace haber sido seleccionadas, la primera de ellas porque trabajó dos años en el equipo de edición de vídeo del certamen. Ahora, poder compartir con los suyos una película tan personal como ‘La raíz’ hace que, de repente, “cobra todo sentido”. La obra que presenta “es un relato íntimo que pretende es sacar a debate y poner sobre la mesa esa falta de referentes y esa existencia actual de referentes que, en realidad, siempre han estado ahí”. “Poder hacer un proyecto que habla sobre Castilla, más en concreto sobre Burgos y de forma extensible a toda Castilla y León, en casa, es cumplir totalmente para mí el objetivo de la obra, aparte de la ilusión que supone compartir esto con tu gente”, finaliza.

Alvarez, por su parte, considera formar parte de la programación “un triunfo total”, sobre todo al pensar en desde dónde nace esta película y en lo que le movió a contar esta historia desde el principio. “Esta idea de pertenecer y no de ser, viene de mi experiencia. Soy nacida en León, pero criada en Cataluña, Barcelona siempre será mi casa y León siempre será mi hogar. Perteneceré a mi tierra aun que me sienta de otra, añoraré el acento cuando este lejos y se me pegará en cuanto cruce el estadio de la cultural. Comeré menos hasta que el día se base en ir de vinos y cuando cruce de nuevo el meridiano para volver a casa faltara menos para volver de donde soy. Formar parte de esta selección es darme la razón y saber que mi hueco siempre estará aquí, de donde vengo”.

Por último, Santaolaya recalca su “orgullo” por poder presentar este proyecto en su ciudad, en el que califica, “sin duda”, como uno de sus festivales favoritos y en el que más ilusión le hace estar. “Seminci ha sido siempre un referente para mí, es un festival con el que he crecido y del que presumo allá dónde voy por su longevidad, su prestigio y la calidad de sus propuestas. Además, creo que con su nuevo impulso se está posicionando con un referente a nivel nacional e internacional en base a una firme apuesta por el cine español, por hacer crecer el área de industria y por profundizar en su relación con el territorio que habita”, sentencia.