En ninguna parte estaba escrito que la vida de Luis García Jambrina (Zamora, 1960) giraría en torno a la literatura. Muy pocos libros tenía a su alcance en el hogar familiar. Apenas algunos ejemplares de la colección RTV de la Biblioteca Básica Salvat, tan popular entonces. Fue su abuelo materno, Saturnino, quien encendió la llama de su amor por las letras. Apasionado de las novelas del Oeste de Marcial Lafuente Estefanía y de los libros de Historia, en los paseos que compartían alrededor del castillo y las murallas de Zamora, su abuelo le recitaba poemas del Romancero, y fue él quien le descubrió todo un mundo de posibilidades al llevarle por primera vez a la biblioteca pública municipal.