Miércoles, 4 de Junio de 2025
El libro teatral reclama su sitio en la cultura escrita desde la Feria del Libro de Valladolid
La Feria del Libro de Valladolid acogió hoy miércoles una mesa redonda bajo el título ‘Valladolid, ciudad del teatro’. El crítico y dramaturgo José Gabriel López Antuñano, el editor Carlos Rod (La Uña Rota) y el director gerente de la ADE, Carlos Rodríguez Alonso, con el investigador José Luis González Subías como moderador, trazaron un mapa crítico y realista del momento que vive la edición teatral en España, marcado por la vitalidad creativa, pero también por las carencias estructurales.
“El libro teatral goza de buena salud editorial, pero continúa oculto a ojos del gran público”, en palabras de Carlos Rodríguez, quien recordó cómo en los años ochenta apenas existían colecciones de textos dramáticos y, hoy en día, el número de títulos y editoriales dedicadas al género ha crecido exponencialmente. Sin embargo, lamentó que el teatro apenas tenga visibilidad en medios generalistas ni figure en listas de recomendaciones literarias, incluso en ferias como esta.
López Antuñano profundizó por su parte en la dimensión académica y formativa de este déficit. “Faltan libros de estudios teatrales”, sentenció. No se refería solo a ensayos especializados, sino a textos de alta divulgación que sistematicen el pensamiento escénico y lo acerquen al público lector y a los estudiantes. En ese sentido, comparó el panorama español con países como Francia o Alemania, donde la historiografía teatral y el análisis escénico cuentan con un sólido corpus bibliográfico que aquí apenas empieza a consolidarse.
Desde su experiencia como editor, Carlos Rod defendió el valor del teatro como literatura para ser leída y cuidada editorialmente, más allá del libreto funcional destinado a actores o montajes. Según comentó, La Uña Rota otorga a los libros teatrales el mismo tratamiento que a la poesía o la narrativa. “El lector no tiene por qué pensar en una puesta en escena; quiere seguir una historia”, apuntó, abogando por ediciones pensadas para el disfrute del lector y no solo para la representación.
Rod también destacó avances significativos, como la inclusión por primera vez de dramaturgos contemporáneos españoles en la Feria del Libro de Bogotá gracias al respaldo del Ministerio de Cultura. “Pequeñas conquistas como esta nos hacen ver que algo está cambiando”, concluyó con optimismo.
A lo largo del encuentro se abordaron otros muchos temas, como la necesidad de fijar una terminología teatral común, la falta de manuales en las escuelas de arte dramático, la supervivencia del libro teatral sin subvenciones o la tensión entre el teatro como arte y como industria. Carlos Rodríguez recalcó que “todo arte necesita apoyo público, también el editorial”, mientras que González Subías advirtió del peligro de que muchos conocimientos escénicos se pierdan por no estar sistematizados en textos de referencia.