Leticia Pérez /ICAL - Los directores de la película de la Sección Oficial ‘Recién nacidas’, Jean-Pierre y Luc Dardenne
Martes, 28 de Octubre de 2025
70 Seminci- Los Dardenne brindan una mirada luminosa a la maternidad responsable en ‘Recién nacidas’
Pocos autores como los hermanos Dardenne (y quizá Ken Loach, de cuantos siguen en activo) simbolizan lo que durante 70 años la Semana Internacional de Cine de Valladolid ha construido. Impulsores de un cine social poderoso y verdadero, que conecta como nadie con el humanismo que impulsó el festival de Valladolid en sus inicios, los cineastas belgas (cuya edad ronda la del propio certamen) siguen en la brecha con películas vibrantes que nos ponen frente al espejo de la sociedad que somos.
Así sucede, una vez más, con ‘Recién nacidas’, premio al mejor guion y del Jurado Ecuménico en el último Festival de Cannes, que hoy presentaron a orillas del Pisuerga. Cerca de que se cumplan tres décadas desde que ganasen la Espiga de Oro en Seminci con ‘La promesa’, los Dardenne siguen profundizando en uno de los temas transversales a su maravillosa filmografía: la maternidad o paternidad responsable. En ese caso, posan su curiosa mirada en un centro maternal de Lieja, donde confluyen las historias de cinco jóvenes desfavorecidas que afrontan de diferentes formas su recién adquirida responsabilidad.
Su primera película coral surgió de una forma muy orgánica, según ellos mismos relataron a los medios en un encuentro recogido por Ical. Jean-Pierre explicó que todo comenzó con un guion, donde “había una joven madre que vivía en un centro de maternidad”. “Nos fuimos a documentar a esa casa para saber realmente qué ocurría allí y cómo pasaba todo, y tras conocer a las educadoras, la psicóloga, la directora, las chicas y sus bebés nos dimos cuenta de que no podíamos contar aquello con un guion, sino a partir de las experiencias vividas allí, y nos convencimos de que no podíamos contar una única historia, sino varias. Nos enamoramos de ese centro maternal y eso nos llevó a hacer una película coral, olvidando la idea preconcebida que teníamos”, relató.
Tras muchas conversaciones con la psicóloga del centro, expandieron su investigación mientras observaban a las jóvenes madres y cómo se relacionaban con sus bebés, pero “ninguna de las cinco historias que recoge el film parte de una historia real, sino que son ficciones, aclaró Jean-Pierre.
Luc, por su parte, subrayó que “a un niño hay que darle ganas de vivir”, y señaló que “de eso va el centro maternal también”. “Allí es donde se enseña a estas chicas a ser responsables, no solo de su bebé, sino también de sí mismas. Y ser responsables significa entender que se puede dar el bebé en adopción sin que eso sea vergonzoso. Les enseñan a no ignorar a los niños”, defendió.
Sobre la luminosidad del film, donde cada una de las cinco protagonistas se libera de algún lastre que las asfixia, Luc recalcó que “esta película es una ficción”, y aclaró que “la ficción sirve para aportar posibilidades a la realidad”. “La ayuda mutua que se ve en la película entre las chicas existe en la realidad, pero aún así, ellas siguen estando solas con su historia; aunque tengan amigas, la soledad está ahí. El interés, la atención y la profunda paciencia que les brindan la educadora, la psicóloga o las enfermeras es algo real. Es así”, añadió.
Ante las preguntas de los medios, Jean-Pierre defendió la “importancia” de que el cine de autor europeo siga en pie frente a la visión de Estados Unidos, que exige contemplar el cine como una mercancía para frenar las ayudas y que pasen a ser consideradas “competencia desleal”. “Hay que estar muy vigilante ahora mismo. Hay que evitar a toda cosa que Estados Unidos ponga fin a la excepción cultural que existe en Europa, porque eso es lo que permite financiar nuestras películas nacionales. Europa se enfrenta a esa presión con firmeza, y defiende que el cine es una obra de arte y no una mercancía. Eso es lo que nos salvará”, concluyó.
Y sobre cómo organizan el trabajo conjunto, algo que han explicado “reiteradamente en los últimos treinta años, también aquí, en Valladolid”, Jean-Pierre explicó que lo hacen “absolutamente todo juntos”, ya que, de otra forma, “no tendría sentido seguir trabajando juntos”. “solo hay algo que no hacemos los dos: el guion, que siempre lo escribe Luc. Pero antes de la escritura siempre hablamos muchísimo, pensando en lo que él va a escribir. Si bien, cuando empieza, no todo va realmente en la dirección prevista y seguimos hablando muchísimo. A veces me dice: ‘Espera, te voy a dar una sorpresa…’”, remachó.



