Ricardo Ordóñez /ICAL - La directora del Cenieh y codirectora del Proyecto Atapuerca, María Martinón-Torres
BURGOS - CULTURA
Domingo, 13 de Julio de 2025

María Martinón-Torres: “Mantengo la esperanza de que tendremos algo que celebrar a final de campaña”

N.M.J - Una de las nuevas codirectoras de Atapuerca confía en encontrar un “festival de fósiles humanos” en TD6 aunque pide ser cautos porque si no es este año, será el próximo

La directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh), María Martinón-Torres, asume este año también el cargo de codirectora de las excavaciones en los yacimientos de Atapuerca y explica a Ical, sus objetivos en un puesto que asume con “responsabilidad” e “ilusión”. Un puesto que comparte con José Miguel Carretero, Marina Mosquera, Ignacio Martínez, Alfonso Benito, Andreu Ollé y Juan Luis Arsuaga, y juntos han tomado el relevo tras la jubilación de José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. El triunvirato pasa a estar compuesto por siete personas con un objetivo claro: continuar con este proyecto de transcendencia mundial y que permite desde Burgos seguir escribiendo la historia de la Humanidad. Todos ellos se encuentran desde finales de junio inmersos en una nueva campaña de excavaciones que ya ha comenzado a dar sus frutos, y se espera que siga dando sorpresas antes de que concluyan los trabajos de este 2025.

¿Qué ha supuesto para usted convertirse en una de las caras visibles de Atapuerca?

Supone una responsabilidad, pero también una ilusión. El cambio principal es dar la cara pública en la dirección, pero a nivel práctico ha cambiado poco, porque continuamos con lo que llevábamos haciendo todos estos años. Hay cierto nerviosismo y cierta ilusión, pero muy tranquilos, porque no cambia el contexto. Seguimos siendo el mismo equipo que llevamos muchos años trabajando y aprendiendo a trabajar gracias a toda la filosofía que nos transmitieron los codirectores anteriores, que el trabajo en equipo es fundamental. Estoy viviendo una campaña bonita e ilusionante por esa novedad de cara pública.

Homo antecessor ya ha hecho su primera aparición esta campaña en Gran Dolina, ¿se pueden esperar más sorpresas antes de que acabe el mes?

Es un año que promete. Homo antecessor ya se ha asomado, que era un poco la expectativa que teníamos con ese nivel TD6, y nosotros estamos también excavando, de alguna manera, ese nivel, pero al otro lado de Gran Dolina, en el yacimiento de Penal. Este año nos planteábamos el reto de que nos gustaría excavar este yacimiento desde la Trinchera, que es donde se acumulan los niveles más fértiles, y estamos acometiendo este nivel con una máquina elevada, con un brazo articulado que nos permite elevarnos y excavar -entre comillas- desde el aire. Estamos contentos porque, en los pocos días que llevamos con esta máquina, también hemos encontrado piezas de industria, de herramientas y creemos que esos niveles se conocen con Homo antecessor. De alguna manera, estamos rodeando Homo antecessor, y todos los indicios apuntan a que hay esperanzas razonables de que puedan salir más cosas. 

¿Asistiremos este 2025 al festival de fósiles humanos que aventuraban los excodirectores hace un par de años?

Hay que ser cautos. Es posible, hay esperanzas razonables de que llegará, pero es verdad que es trabajo continuo. Creo que ahí ha habido un festival, lo que no se es si dará la cara este año, el siguiente... Pero la acabará dando. Confío en que puede haber un festival, no sé si esta es la palabra, pero un festival caníbal. Confiemos en que pueda aparecer. Hay que ir con muchísimo cuidado, la importancia de estos niveles puede hacer que las cosas sean un poco más lentas. Pero yo mantendría una razonable esperanza de que tengamos algo que celebrar a final de campaña.

Antecessor es uno de los grandes protagonistas en Atapuerca, aunque desde hace unos años ‘Pink’ reclama su lugar. ¿Somos conscientes de lo importancia de este hallazgo y cómo podría cambiar lo conocido hasta ahora?

El hallazgo de ‘Pink’ ha tenido una cobertura a nivel nacional e internacional que ha sido gratificante. Creo que todo el mundo comprendió de manera natural que es un hallazgo singular. Lo de 'Pink' ha sido marcar otro hito. Atapuerca realmente añade capítulos a la historia de la evolución humana que antes no existían. Hemos añadido Homo antecessor a ese árbol de familia de las especies que habitaron Europa y ahora añadimos a un nuevo familiar. Sí que he percibido una comprensión general de la importancia que tuvo este hallazgo. Es nuestra propia historia. No se me ocurre otro ámbito de investigación en el que toquemos más las raíces de quienes somos y cómo somos.

¿Sima del Elefante nos permitirá seguir completando este fragmento facial y otorgarle una clasificación definitiva?

La ciencia tiene que avanzar de manera firme, pero también cauta. En 2007, cuando se encontró esa mandíbula, al principio se pensó y se propuso asignarla provisionalmente el nombre de Homo antecessor, pero luego dijimos, es un fragmento de una mandíbula, no es suficiente para tener tan claro si es o no es Homo antecessor, y entonces ahí se clasificó como especie Homo. Quince años después se demostró que había sido una decisión acertada porque se encontró este fragmento de cara que probablemente está asociado a esta mandíbula. En términos de población, no es el mismo individuo porque son niveles y momentos diferentes, pero tienen características que nos permiten proponer que quizá si pertenecieran a la misma población de homínidos y la misma especie. Ahora, con esta cara de Pink, podemos decir claramente que no es Homo antecessor. Tenemos que ser cautos, porque si resulta que es una nueva variante regional o europea de Homo erectus, pero también puede que sea otra cosa.

¿Pueden aparecer más cosas?

Por qué no. Ya nos ha dado la sorpresa dos veces ese yacimiento. Es un yacimiento que no es un campamento, por lo tanto, no había grandes probabilidades de encontrar muchos restos porque no había esa intensidad de ocupación, pero ha habido la suerte de que cayeran al interior de esa cavidad estos restos humanos. Estas cuevas son unas cuevas muy generosas, muy fértiles en lo que nos ofrecen. He visto cosas que no creí que vería y ya nada me parece imposible. Ojalá salgan más cosas y podamos completar esa parte, al menos en la Sima del Elefante o quién sabe, a lo mejor en otros yacimientos de la sierra, porque todavía no está agotada. Sigue habiendo potencial y lugares donde seguir buscando indicios sobre esta población tan temprana de Europa.

¿Cuáles diría que son las principales necesidades del proyecto Atapuerca a corto y medio plazo? No solo a nivel científico, también a nivel cultural y financiero.

Al final, aunque suene muy prosaico, el avance de la ciencia tiene que pasar por un apoyo económico suficiente y sostenido. Tenemos el apoyo de las administraciones en el desarrollo de las excavaciones, pero también hace falta a nivel de investigación. Creo que, en general, necesitamos un apoyo sostenido y a largo plazo. La ciencia no se puede hacer con metas cortoplacistas, y sobre todo a nivel de la carrera investigadora. El principal problema que tenemos actualmente en nuestro país es la estabilidad de la carrera científica. El éxito de Atapuerca no solo es la riqueza de sus fósiles, sino la continuidad en el trabajo que se ha hecho sobre estos yacimientos. Esa misma filosofía sería para la carrera investigadora. Tendríamos que apostar por las personas y las ideas que pueden desarrollar y darles la tranquilidad para tener el tiempo y los esfuerzos que hay que dedicarle. Reclamaría en general apoyo suficiente, pero sobre todo sostenido.